La verdadera cara de josep anglada y de su partido
Josep Anglada i Rius, (Vic, Barcelona, (Cataluña), 21 de junio de 1959), es un político español de ultraderecha,1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 fundador y presidente del partido político Plataforma per Catalunya. Desde mayo de 2003 es concejal del Ayuntamiento de Vic y consejero comarcal de Osona.11 ( wikipedia ) .
Josep anglada es un analfabeto, un trepa, es incapaz de haberse leído un libro. Pero un día se dio cuenta de que ese discurso [xenófobo] funcionaba y lo explotó", afirma Joan Serra, periodista vicense y uno de los autores del libro Tota la veritat sobre la Plataforma per Catalunya.
De hecho, en el pleno municipal de ayer, Anglada parecía ser el único que disfrutaba de la expectación mediática. Sus preguntas no eran tales, sino pequeños discursos en los que dejaba claro su ideario. "Bienvenido al club de la PxC, al club de lo que algunos llaman el club de la xenofobia", espetó al resto de ediles.
Pero, en realidad, Anglada no hablaba a los concejales, ni siquiera a los vicenses, sino a las cámaras. El ex miembro de Fuerza Nueva está preparando el terreno para dar el salto al Parlament y ayer era un gran día para darse a conocer. "Agradezco a todo el equipo de gobierno el regalo que me han hecho; han hecho que la PxC haya estado y esté presente en todos los medios de comunicación". Los concejales aguantaron el chaparrón hasta que Gràcia Ferrer, de ERC, no pudo más y afirmó: "Siento vergüenza ajena de que todo el país nos esté viendo". Anglada no le hizo ni caso.
Serra explica que la PxC no se entiende sin Anglada y que su fuerte carácter es conocido en la ciudad. De hecho, sostiene, ha tenido bastantes encontronazos con la Justicia. En el último incidente, Anglada "acusó a dos jóvenes de haberle dado una paliza y luego, ante el juez, se descubrió que era él quien había empezado la pelea y, además, uno de los jóvenes era menor", afirma el periodista, que cuenta que en su juventud el dirigente xenófobo se jactaba de portar una pistola en el cinto.
Anglada ya no lleva armas encima o, al menos, ya no lo dice. Sus formas han cambiado y su decorado, también: los discursos ya no los hace en el Valle de los Caídos, sino en la sala de plenos del Ayuntamiento de Vic, pero sus detractores tienen claro que el fondo continúa siendo el mismo: el discurso contra los más débiles.